REFRANERO RANCHERO DE AGUSTIN YAÑEZ
- Los dichos de los viejitos, son evangelios chiquitos.
- Buey viejo no pisa mata, y si la pisa no la maltrata.
- Gallinas que duermen alto: con echarles maíz se apean.
- El que por su gusto es buey, hasta la coyunda lame.
- Desde lejos se conoce al pájaro que es canario.
- Donde vuela el gavilán no aletea la paloma.
- De que la perra es brava, hasta los de casa muerde.
- Con toro jugado, mucho cuidado.
- A pesar de ser tan pollo, tengo más plumas que un gallo.
- Nunca engordes puerco chico, porque se le va en crecer, ni le hagas favor a un rico, que no te lo ha de agradecer.
- La culpa no es del gallo, sino del amarrador.
- La rana más aplaudida, es la que más recio grita.
- Muerto el perico para que quiero la jaula.
- Cuando veas arañas en el suelo, habrá nubes en el cielo.
- Mas hace una hormiga andando, que un buey echado.
- De la gallina más vieja, resulta el caldo mejor.
- Madre que consiente, engorda una serpiente.
- Gato encogido, brinco seguro.
- Con lo viejo y lo pobre, aumenta lo delicado.
- Con tarugos ni a bañarse, porque hasta el jabón se pierde.
- Cuando hay modo, hasta el codo.
- Cuando una rama se seca, otra está reverdeciendo.
- De tal palo, tal astilla.
- Donde no hay humo, no hay lumbre.
- El carbón que ha sido brasa, fácilmente vuelve a arder.
- El hombre ha de ser porfiado, aunque le digan que no.
- El interés tiene pies.
- El tiempo todo lo tapa.
- Gallo, caballo y mujer, por su raza has de escoger.
- Hay quien cree que ha madrugado, y sale al oscurecer.
- Hay quien mucho cacarea, y nunca pone un huevo.
- Hay veces que nada el pato y otras que ni agua bebe.
- La mujer y la guitarra, son del que las toca.
- Lo que no tiene remedio, remediarlo es imposible.
- Lo que repugna, hace daño.
- Muy pocos amigos tiene, el que no tiene que dar.
- Naipe, tabaco, vino y mujer, echan al hombre a perder.
- No hay que meterse en la danza, si no se tiene sonaja.
- No todos los que chiflan, son arrieros.
- Para el desprecio el olvido.
- Para que la cuña apriete, ha de ser del mismo palo.
- Para uno que correo, otro que vuela.
- Para uno que madruga, otro que no se acuesta.
- Trabajar con deudas, es como acarrear agua en chiquigüites.
- Gimiendo y llorando, como en la salve.
- A que rechinar de puertas, parece carpintería.
- Hay madre, que pan tan duro, y yo que ni dientes tengo.
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