Sin rencores, por los años que se fueron, Sin pedir nada, a los que hayan de venir, Satisfecho con mi vida, y con mis sueños,
Yo ya sólo, se cantar y sonreír.
La vida me dio a mí, cuanto puede querer,
Vivo en el hoy, feliz, sin llorar el ayer, Le canto al sol, al nacer, y le canto al morir, Porque yo ya sólo, se cantar y sonreír.
Las estrellas, son mis pálidas amigas,
El presente, el futuro y el ayer.
Dialogo, con las noches, y los días, Y me tuteo, con la blanca sencillez.
Nada debo, nada pido, nada anhelo, Tengo un fardo, de ilusiones, que soñar, Y en sus alas, con las nubes, cruzo el cielo, Y en sus naves, con las nubes, surco el mar.
Escrito por: Eduardo de Obeso Orendain
Deja una respuesta